Los festejos por el bicentenario de la Independencia de México llegaron a todos los rincones, incluso antes de que comenzaran el 15 de septiembre, ejemplo de ello fue la afluencia de personas que la campaña “Yo sí” registró desde su aparición el 2 de febrero de 2010.
A través de ésta se buscó reclutar voluntarios dispuestos a participar activamente en las celebraciones preparadas para las fiestas patrias, ya fuera como actores, bailarines, logística, preparación o para la organización del evento.
Asistieron un total de 73 mil 124 personas quienes se inscribieron a través de internet o fueron elegidas en algunas escuelas incorporadas a la Secretaria de Educación Pública, sin embargo; después de arduas entrevistas y selecciones, fueron elegidos poco más de siete mil voluntarios, los cuales se sometieron a ensayos y prácticas intensas para que el espectáculo saliera a la perfección.
Una de las orgullosas participantes fue Monserrat Castañeira de 22 años, quien después de haber estudiado música por largo tiempo, en la actualidad se encuentra desempleada, pero según sus palabras, no pierde la oportunidad de estar “dentro de la onda cultural” y es por eso que buscó “ser parte de un proyecto tan ambicioso como lo fue este, además de que me gusta colaborar con mi país”.
Monse, como le gusta ser llamada, realizó una audición para entrar en la banda sonora de los desfiles conmemorativos, sin embargo, llegó un poco tarde pues los puestos para ello ya se encontraban ocupados, “tardé mucho en decidirme, estaba preocupada porque no conseguía trabajo y aunque tenía muchas ganas de participar, sabía que no habría paga, eso me detuvo algunos días y cuando intenté inscribirme para el ensamble acústico ya no encontré cupo”.
Pero las ganas no la detuvieron, ya que entonces buscó ser parte del ballet, un talento que según ella resurgió con estos eventos, “desde que era muy chiquita, mis padres me metieron a clases de todo tipo, siempre amé la música y por algo la estudié, sin embargo, también me apasiona bailar, y he de contarte que no soy tan mala en ello (ríe), para el evento, había grupos de salsa, tango, mambo, cha, cha, cha y los respectivos regionales, ahí fue otro problema para decidirme”
Parte de la familia de Monse es perteneciente al estado de Jalisco, así que para ella resultaría un honor interpretar ese género que tiene tan metido en la sangre, “hice la audición para los bailes de mariachi y fui pasando una a una las pruebas, en total hice tres y en esa última pensé que quedaría fuera, pero ya no sacaron a nadie, fue la confirmación de las dos anteriores, tenía muchos nervios, pero cuando nos dijeron que ya éramos los definitivos me puse a llorar de la emoción, le llamé a mi mamá y se enorgulleció que pusiera en alto la sangre Jalisciense de la familia”
Meses de intensos ensayos y trabajos momentáneos fueron el pan de Monserrat y de acuerdo con ella, el de algunos voluntarios más. “ Muchos de los compañeros estaban igual que yo, sin empleo, algunos mesereaban y otros atendíamos tiendas porque necesitábamos tiempo para practicar, pero todo valió la pena, a veces me siento mal cuando dicen que no debimos celebrar nada porque el país está muy mal.
Y aunque sí, sé que estamos mal, creo que fue el momento de ser parte de algo, de sentir al país, de llorar cuando se escuchó el himno, se estar orgulloso de que a pesar de las crisis, ese espíritu tan notable del mexicano se hizo presente una vez más. Y aunque el gobierno nos pise, nosotros estamos de pie y luchando”
“El Bicentenario”, como el evento que todos los mexicanos observamos el día 15 de septiembre nunca podremos volver a apreciarlo, a menos que lleguemos dentro de cien años más, así que haciendo de lado todo tinte partidista y de intereses, nos queda recordar la historia como aprendizaje, y gritar cada día con acciones claras ¡Viva México!
Diana Delgado
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