El corazón de los mortales necesita latir, el mío resuena con cada palabra que dibujo en mi mente o en el papel que se lleva el viento, cada cierre, cada punto es un respiro, la nueva oportunidad para navegar en el océano de las ideas y reencontrase quizá en otra vida, en otro tiempo.
Volcarse en lo que sólo uno conoce, imaginar es otro modo de vivir, más difícil en su forma, pues hay que construir nuevas calles, nuevos hogares y encontrar las nuevas zonas de oscuridad, pero es también fácil para soñar y rescatar los pensamientos. Es el momento de encontrar las luces que faltan por encender, de reescribir los silencios como llenos de esperanzas y tapar los ruidos con la reflexión.
¿Que, por qué escribo? Porque siempre algo se oculta en cada sensación reflejada entre las letras, una debilidad por continuar o un temor por desaparecer, las palabras de quien escribe son como las cenizas de un incendio, se puede no saber de dónde provino el fuego pero siempre están las manchas que delatan la pluma de un autor.
Diana Delgado
Wow, le haz dado justo al clavo, digo que es *lo mas genial eso, el perderse el oceano de las letras para crear palabras y buscar tantas palabras para medir emociones, sensaciones y todo lo que uno quiera medir. El imaginar y dejar el lapiz o el teclado volar es algo... artistico y si tienes las palabras para expresarte. Por que no aprovechar? :D felicidades Diana, siempre es un deleite leerte :D
ResponderEliminar